Esta réplica de 4 metros data de 1949 y es parte de los atractivos culturales del malecón, junto a la arquitectura del mismo pueblo y el Monumento a la Madre, son elementos que acompañarán tu paseo.
El escenario del río hará que la hora no camine por ahí, pero al llegar la noche, las luces se encenderán y en armonía con las estrellas, serás testigo de la magia del pueblo.