Esta hermosa ex Hacienda sirvió para dar protección y descanso a los comerciantes, viajeros y personas que recorriesen el camino desde el siglo XVI. Ya en el siglo XVIII la familia Larrañaga logró prosperar gracias a las actividades agropecuarias realizadas en la hacienda y también de los recursos mineros provenientes de Asientos y Tepezalá. Recorre éste hermoso recinto y viaja al pasado minero de México.