No te dejes llevar por el nombre, este lugar es mucho más que un restaurante. Abre sus puertas como un homenaje al escultor y pintor Carlos Terrés y cuenta con una galería de artes visuales, una boutique con una gran variedad de vinos, incluso uno dedicado a Terrés, un foro cultural y espacio para talleres. Por supuesto el restaurante también vale la pena y entre varias delicias podrás disfrutar de las típicas pacholas lagunenses.