Se dice que Edzná posiblemente significa La Casa del Eco, lo que no desentona pues hay edificios de la zona arqueológica que muestran una particularidad sonora que tienes que descubrir.
Esta ciudad cobra importancia después de descubrir los interesantísimos avances tecnológicos que ayudaron a la ciudad a tener un auge cultural. Se dice que en temporada de lluvias se inundaba la ciudad, por eso los arquitectos mayas construyeron una infraestructura hidráulica que drenaba el valle para ser transportada a una laguna y otros canales servían para regar los campos.
La ciudad cuenta con una superficie de 25 km cuadrados y la mayoría de las edificaciones son de estilo Petén, Chenes y Puuc; de los que resaltan la Plaza principal, la Nohochná (Casa Grande), el Templo del Sur, el Juego de Pelota, el Templo de los Mascarones, la Gran y la Pequeña Acrópolis, el Templo del Norte, el Patio Puuc y la Vieja Hechicera. Cada una con su propio encanto e historia, pero su conjunto te dejará impresionado con los logros realizados con piedras, plantas, conchas y mucha inteligencia por parte de esta grandiosa civilización.