Colección de artes plásticas de los artistas mexicanos más destacados de principios del s. XX hasta nuestros días. De la llamada Escuela Mexicana de Pintura, este espacio cuenta con obras de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Diego Rivera y Rufino Tamayo, entre otros.
La Segunda Generación integrada por José Chávez Morado, Olga Costa y Jorge González Camarena. El edificio es obra de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares. Desde su fundación, el MAM ha desempeñado un papel decisivo en la consolidación y la difusión de un patrimonio público, en virtud principalmente de su excepcional colección que abarca un arco temporal de largo alcance (de la década de 1920 al presente) pero que, por su misma configuración evolutiva, implica una vocación retrospectiva y a la vez prospectiva.
Al inaugurarse en 1964, como parte del programa de institucionalización de la cultura que caracterizó al gobierno de Adolfo López Mateos, el Museo de Arte Moderno (MAM) adquirió la calidad de emblema oficial de la modernización del país. Por 51 años el Museo ha sido el foro por excelencia del arte moderno y de las expresiones artísticas contemporáneas, no sólo de nuestro país, sino de todo el mundo.
Diseñado por el renombrado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, el edificio es considerado por los expertos como una joya en la historia del modernismo. Alrededor de sus seis galerías circulares se despliegan obras de los grandes maestros del arte mexicano, como Diego Rivera, José Clemente Orozco, Gerardo Murillo (Dr. Atl), Manuel Rodríguez Lozano y Jesús Guerrero Galván, así como las obras maestras de La vendedora de frutas de Olga Costa, Nuestra imagen actual de David Alfaro Siqueiros, Las músicas dormidas de Rufino Tamayo, y la más importante de todas, Las dos Fridas, de Frida Kahlo.