La capital hidrocálida tiene demasiado para ofrecer a sus visitantes: su ostentoso Centro Histórico, sus museos, jardines, balnearios termales, festividades y mucho, mucho más. Descubrir la ciudad señorial de Aguascalientes es un viaje que nos lleva a los manantiales tibios que emergen de esta tierra réplica de la Nueva España.
Aguascalientes esconde en su pasado caminos que recorrían viajeros en la antigua Ruta de la Plata, razón por la que se encuentra repleta de haciendas que conforman su alrededor. Fue sede de la histórica convención de 1914 y pasó a recibir una inminente expansión urbana con la modernización industrial de la mecánica automotriz y la electrónica. Actualmente salvaguarda grandes escenarios taurinos y un importante patrimonio arquitectónico, que con su vasta oferta cultural, representada principalmente por la tradición del deshilado, de su pozole de lengua y de su famosa feria de San Marcos hacen de Aguascalientes un destino imprescindible para el turista.
Comenzar tu recorrido por el barrio más histórico y antiguo de la ciudad: el de Triana o el de Encino, este último data del siglo XVI. Puedes seguir con el Templo del Señor del Encino, es proveniente del siglo XVIII y fue dedicado al Cristo Negro del Encino, cuya festividad se celebra el 13 de noviembre, día en que se conmemora la aparición de la imagen en un tronco que fue tocado por un rayo. Justo a un lado del templo puedes descubrir el famoso Museo José Guadalupe Posada. Recorre la vida y obra del artista plástico considerado el orgullo de Aguascalientes. En sus salas encontrarás catrinas, los fusilados, los líderes revolucionarios, los ahorcados, ilustraciones de libros, de carteles, etc; toda la vasta obra de un grabador extraordinario que irrumpe el realismo con contenidos plásticos que sobrepasan la cotidianidad.
Otro museo imperdible es el Museo de la Ciudad, edificio de estilo neoclásico que fue construido por el gran maestro de obra Refugio Reyes Rivas. Aquí se exhiben obras como los carbones, lápices y óleos de Saturnino Herrán, así como la escultura de Jesús F. Contreras y la obra del pintor Gabriel Fernández Ledesma.
Dale gusto a tu paladar con su deliciosa gastronomía destacada por su costillar de cerdo a las brasas bañado en salsa de ciruela en el tradicional restaurante Las Costillas de Sancho. La ensalada también resulta todo un manjar. Reposa tu comida dando un relajante paseo en tranvía en el centro de la ciudad. El paseo te llevará por la Catedral, el Instituto Cultural de Aguascalientes, el Museo Regional de Historia, por el Templo de la Merced y por el antiguo barrio de San Marcos, zona de la feria y las plazas de toros. Todo esto aderezado por los colores verde y amarillo de la cantera hidrocálida, que se dejan ver en las fachadas y es originaria de la región.
Cierra tu recorrido en el Merendero San Pancho. Prueba su delirante botana de carnitas a ritmo de mariachi en vivo y música grabada en un ambiente juvenil, que entre cervezas, plática y carcajadas hacen de la noche interminable. Si cabe en tu agenda, debes agregar la Hacienda El Chichimeco, donde jóvenes novilleros te recibirán para mostrarte el cortijo o tentadero, un pequeño ruedo donde los novatos experimentan con las reses hembra y se prueban las ganaderías, de acuerdo a su calidad y bravura. Aquí aprenderás que los toros que llegan a una plaza jamás han visto antes una muleta. Relájate en las aguas termales de Ojocaliente y sus naturales charcas, que fueron el principal suministro de agua de Aguascalientes a mediados del siglo XIX. La mejor hora para disfrutarlas es al mediodía.
Actividades para hacer
Museos, jardines, balnearios, ferias, gastronomía, toros, arquitectura, arte, paseos en tranvía, vida nocturna, haciendas.